lunes, 25 de mayo de 2015


La carga de los Mamelucos. Francisco de Goya.


«—¡Armas! ¡Armas!...¡Necesitamos armas!

Corre la gente furiosa y desaforada por las calles próximas a Palacio, mostrando las manos desnudas, las ropas manchadas de sangre, metiendo heridos en los portales de las casas. En los balcones, las mujeres gritan, lloran. Unos vecinos corren a esconderse, otros salen enardecidos y exigen venganza y muerte, mientras una enajenación colectiva inflama las calles. «A matar gabachos» es grito general. Y frente a quienes argumentan la falta de armas, circula la consigna, «tenemos palos y cuchillos». En la plaza de la Cruz Verde, un sargento de la caballería polaca, que allí se aloja, es acometido por un grupo de mozalbetes cuando sale para dirigirse a su puesto, muerto a pedradas y navajazos, y colgado de los pies, desnudo, en un farol de la esquina de la calle del Rollo. Y a medida que se difunde la noticia de la matanza en el Palacio, de barrio en barrio empieza la caza general del francés».

Así describe el famoso escritor Don Arturo Pérez Reverte en "Un día de Cólera", uno de los inicios de la histórica revuelta que aconteció ese 2 de Mayo de 1808 hace más de 200 años.

Algunos ciudadanos fueron víctimas de la improvisación del momento y acabaron con sus vidas en éste encuentro desigual. Pronto los barrios se organizaron alrededor de algún vecino que demostraba experiencia militar, intentando cerrar las puertas de la ciudad, para impedir la llegada de más soldados franceses, apostados en los alrededores de Madrid.

Otros, fueron convencidos de que los acuartelamientos españoles les acompañarían solucionando la falta de medios, pero la triste verdad es que aún con salvedades, sólo destacaron los valientes del Cuartel de Artillería de Monteleón. Al mando de los oficiales: Luís Daoiz y Pedro Velarde.

Las tropas del general Murat llegaron a Madrid el 23 de Marzo de 1808, tras el reciente Motín de Aranjuez en el que se depuso al afrancesado Godoy.

Los franceses estaban preparados y lo demostraron aquella mañana en la Puerta del Sol, al hacer un cierre al pueblo madrileño, pronto el general Murat desplegó a unos 30.000 soldados por la ciudad, sofocando todo el levantamiento.

Uno de los golpes franceses que desmoralizó al pueblo español, fue la carga de los Mamelucos, una fuerza de caballería de élite, que ya tenía una amplia experiencia militar. Habían llegado a la capital escoltando al Duque de Berg, Joachim Murat. En éste día estaban acuartelados en Carabanchel.

Aunque el "Levantamiento del 2 de Mayo" resultó infructuoso, fue el comienzo del pronunciamiento nacional. La misma tarde del 2 de Mayo, los altos cargos españoles Juan Pérez Villamil y Esteban Fernández de León, convencen a los alcaldes de Móstoles: Andrés Torrejón y Simón Hernández, para que firmasen la circular popularmente conocida como «Bando de Independencia». El motivo era pasarlo por todas las poblaciones cercanas con el fin de acudir en socorro de la capital.

Al día siguiente los franceses quisieron dar un escarmiento a la osadía de la población madrileña. Para ello registraron todas las casas y rincones de la ciudad. Buscaban heridos, cualquier persona con algún tipo de arma o si identificaban a alguien que los soldados recordaran. Entonces le arrestaban y o bien le fusilaban directamente, o fingían un juicio en el que los acusados ni siquiera podían defenderse. Goya retrató éste fatídico suceso en un cuadro llamado "Los fusilamientos del 3 de Mayo" en el monte de Príncipe Pío.

Aunque el "Levantamiento del 2 de Mayo" resultó infructuoso fue el comienzo del pronunciamiento nacional, que resultó más provechoso desde la "Batalla de Bailén".



Fusilamientos del 3 de Mayo de 1808. Francisco de Goya

0 comentarios :

Publicar un comentario